domingo, 24 de abril de 2011

Vida Laboral: "Productividad"

Saber la importancia del trabajo aumenta la productividad

Actualmente existen muchos trabajos poco gratificantes y que gracias a la tecnología dejan poco o nulo espacio para la interacción con las personas. Sin duda lo rutinario, monótono e incluso el alto número de rechazos que sufren, por ejemplo, los empleados de un centro de llamados, afecta al trabajador, haciendo que estos empleos tengan una alta rotación.

Adam Grant, profesor de Gestión de Wharton School, perteneciente a la Universidad de Pennsylvania, realizó un investigación para determinar cuál es la incidencia, en el desempeño de los trabajadores, el conocer los frutos de su labor.

La motivación de conocer a quien se ayuda

Según el académico, empleados de un centro de llamados, farmacias que envían medicamentos por correo y socorristas de piscinas mejoraron su productividad al conocer a las personas que estaban ayudando. Uno de los estudios, fechado en 2007, consistió en promover el encuentro de personas que trabajaban recaudando fondos por teléfono para una universidad con algunos alumnos beneficiados por este programa.

Según Grant sólo bastó una conversación de cinco minutos entre los telefonistas y los jóvenes para que los resultados mejoraran ostensiblemente. Si antes de conocer la historia personal de los estudiantes, los trabajadores recaudaban un promedio de 185 dólares a la semana, después del encuentro esa cifra se elevó a 503 dólares en el mismo período.      

Otro ejemplo fue el que se realizó con socorristas a los que se dividió en dos grupos. A unos se le entregó un material de lectura con descripciones vívidas de salvamentos realizados y que contenían además comentarios de las personas que fueron rescatadas, a otros se les dio un manual con testimonios de socorristas que relataban cómo su trabajo los ayudaba a realizarse.

Una vez más, el resultado no dejó de sorprender, pues el primer grupo aumentó sus horas de trabajo en más de un 40%, mientras que el segundo equipo mantuvo su ritmo normal de desempeño.   

Contacto directo, la humanización del trabajo

Un tercer análisis se centro en el comportamiento de jóvenes que trabajaban en una universidad editando cartas de presentación de sus compañeros, con el objeto de ayudarlos a encontrar empleo. Pese a lo loable de la labor, estos trabajadores no tenían ningún contacto con las personas a las que ayudaban. Eso, hasta el experimento.

Grant decidió presentar a uno de los beneficiarios con un grupo de editores. Tras la reunión, en que sólo se conversaron cosas superficiales con el candidato, los trabajadores que conocieron al interesado de manera personal mostraron mayor interés por ayudar en comparación a aquellos que no tuvieron esa oportunidad. Esto se reflejo en que los editores que mantuvieron la charla con el postulante, en promedio, dedicaron más tiempo a la edición de su carta.

Una segunda parte de esta prueba fue agregar información biográfica de la persona que buscaba empleo detallando su mala situación económica, información que sólo se le hizo llegar a uno de los grupos de editores. De estos, un pequeño número sostuvo una reunión con el candidato y pudo saber de primera fuente cuáles eran sus verdaderas necesidades.

En definitiva, los que sabían de la urgencia del candidato por encontrar trabajo, gracias a los datos que se adjuntaron a la carta, emplearon 26 minutos de media en su edición. Un minuto más utilizaron los que no sabían nada de la persona y sobre media hora los que conocieron al interesado.

La importancia de la tarea

Tras estas investigaciones Grant llegó a la conclusión que el simple conocimiento de que el trabajo que se hace tiene un impacto sobre otros, puede ayudar a la motivación. De hecho, la percepción de la“importancia de la tarea” y la interacción cara a cara, aunque superficial, pueden inculcar en los trabajadores una mejor visión acerca del empleo que realizan.

Esto se reafirma en otros estudios realizados por el académico estadounidense en que comprobó que ingenieros, vendedores, gerentes, médicos, enfermeras, personal de seguridad, policías y bomberos,profesionales que están en contacto directo con otras personas, muestran un mejor rendimiento en sus trabajos.    
A lo largo de varios años de experiencias e investigaciones, Grant y sus compañeros detectaron algunas otras connotaciones derivadas del contacto personal del empleado con el beneficiario de su trabajo. Aquellos dotados de un fuerte conjunto de “valores sociales” son mucho más propensos a estar influenciados por la idea de la importancia de su trabajo.

Fuente: Universia Knowledge Wharton

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